Responsabilidad social corporativa en La Fundación TMA
Esta entrada de responsabilidad social corporativa es una adaptación de parte de una pieza con el título “LECCIONES APRENDIDAS DE UNA DÉCADA LIDERANDO DOS PROYECTOS DE EMPRENDIMIENTO DIGITAL EN EL BIERZO Y LEÓN” y recogida originalmente en la publicación periódica del Ministerio de Industria, Economía y Turismo “Economía Industrial Núm.417: Emprendimiento Digital”
Cuando el átomo encontró al bit – Via Negativa – ¡Está vivo!
Cuando el átomo encontró al bit
Fab Lab y fabricación digital.
Un fab lab [1] es un laboratorio de fabricación digital, es decir un espacio dotado de un conjunto de equipamiento, procesos y conocimiento donde se facilita el acceso a medios de invención y producción a la sociedad en general, incluyendo negocios. El concepto de la fabricación digital se enmarca en las revoluciones digitales que venimos observando desde hace décadas en los campos de la comunicación y la computación y que ahora tiene un impacto en el mundo físico, en el mundo de las cosas.
La fabricación digital representa también la promesa de la fabricación personal: poner al alcance de cualquier persona la capacidad de diseñar y producir objetos físicos a golpe de clic, de manera análoga a lo que supuso la aparición del ordenador personal y el procesador de textos para la capacidad para redactar e imprimir documentos hace unas pocas décadas. Quizás el ejemplo más ilustrativo de ello es el de las impresoras 3D, que permiten el diseño y fabricación de pequeños objetos, habitualmente de plástico, a públicos diversos y de cualquier edad.
El concepto de Fab Lab
El concepto de fab lab surge alrededor del año 2001 del Profesor Neil Gershenfeld, Director del Centro de Bits y Átomos (CBA) del MIT en Boston, Massachussets (EEUU). Tal y como relata en su libro “FAB” [2], el Profesor Gershenfeld promovió una asignatura denominada “How To Make (Almost) Anything” (Como hacer -casi- cualquier cosa) para que un pequeño grupo de estudiantes del CBA se capacitase para el uso de equipamiento de fabricación en el ámbito de la investigación.
Su sorpresa fue mayúscula cuando se matricularon más de cien personas de todo el MIT y, además, “había tantos artistas y arquitectos como ingenieros”. Pero quizás le resultó aún más sorprendente la motivación por las que estas personas se matricularon: en su mayor parte su intención no era aplicar los conocimientos en el ámbito de la investigación, sino para crear objetos que siempre quisieron tener, pero que no existían.
El éxito de este programa estimula al Profesor Gershenfeld a crear fab labs “de campo” para explorar las aplicaciones e implicaciones de la fabricación digital para personas que no entran en el MIT, de manera que con ayuda financiera de la Nacional Science Foundation (NSF) se establecen fab labs en el centro de Boston, la India, Costa Rica, Noruega y Ghana. A partir de ahí se despierta el interés en los fab labs a nivel internacional, de manera que se ha observado una expansión similar a la de la Ley de Moore [3] para el número de transistores en un procesador. Hoy hay más de 1.800 fab labs en todo el mundo [4].
Descubrimiento del concepto Fab Lab por la empresa TELICE en León.
Vía Negativa
TELICE es una empresa PYME familiar, contratista para obras y servicios en el sector ferroviario y muy vinculada a la provincia de León a través de los accionistas y de la mayor parte de la plantilla de la empresa. A finales del año 2010 la Dirección de la empresa descubre de manera fortuita el concepto de los fab labs y se fija como objetivo promover un fab lab en León que abre sus puertas a finales del año 2011.
La decisión de promover un fab lab se enmarca en un proceso iniciado por la antigua RENFE (antes de su división entre RENFE operadora y ADIF) a mediados de los años 90 para la modernización de su cadena de aprovisionamiento. Esa política propicia que los proveedores del sector, independientemente de su tamaño, se expongan y acaben familiarizándose con los estándares internacionales ISO para gestión de calidad, gestión medioambiental, prevención de riesgos laborales, el modelo de gestión EFQM y, finalmente, el concepto de Responsabilidad Social Corporativa.
Si bien es cierto que ese estímulo de modernización perdió definitivamente su impulso cuando se produce la división de la antigua RENFE y ADIF pasa progresivamente a gestionarse más bajo parámetros de administración que de empresa, la sensibilización y valores que había desarrollado TELICE en los años anteriores se mantuvieron, aunque ya sin una presión exógena para comprometer recursos en el desarrollo de esas políticas.
Criterios para la Estrategia de Responsabilidad Social Corporativa
Esa combinación de, por un lado, sensibilización y valores adquiridos y, por otro, esa falta de presión exógena propició que la Dirección de TELICE dispusiese de tiempo para meditar concienzudamente cual era la estrategia de Responsabilidad Social Corporativa que resultaba más adecuada para su naturaleza y contexto empresarial. Se llegó a la conclusión de establecer tres criterios:
- Que estuviese relacionada, aunque fuese solo de manera tangencial, con la actividad de la empresa. Es decir, no desarrollar acciones en el marco de la Responsabilidad Social que no tuviese nada que ver con la actividad y naturaleza de nuestra empresa.
- Que tuviese el potencial de crear un impacto sólido, real, en el entorno Social de la empresa. En un territorio sometido a las presiones de la despoblación, el envejecimiento, el elevado paro juvenil y la desindustrialización, para nosotros tener impacto suponía el actuar sobre la estructura productiva y los factores de producción.
- Que tuviese algún tipo de retorno para la empresa, aunque fuese incierto, a largo plazo y en términos no financieros.
Estos criterios descartaban varias opciones más accesibles y comúnmente adoptadas por otras empresas como el patrocinio de causas benéficas, actividades culturales, deportivas o lúdicas. Sin embargo, la Dirección de la empresa entendía que no resonaban ni con los valores ni con la razón de ser fundamental de la compañía, ni tenían el potencial de proporcionar ningún tipo de retorno para nuestras partes interesadas y, por tanto, la decisión fue no hacer nada.
¡Está vivo!
En cambio, cuando varios años después de establecer esos criterios, descubrimos el concepto de los fab labs reconocimos inmediatamente que establecer uno de estos laboratorios en la ciudad de León (Fab Lab León) satisfacía perfectamente los criterios que nos habíamos establecido:
- Una actividad relacionada con varias de las disciplinas técnicas que desarrollamos en el seno de la empresa, como la fabricación, la electrónica, la programación y automatización de sensores y dispositivos.
- Un potencial de impacto social en León, donde residía (en aquel momento) la gran mayoría de los empleados de la empresa, en varios ejes de carácter nuclear: despertar vocaciones científicas y tecnológicas, proporcionar formación en nuevas tecnologías, reforzar el ecosistema local de innovación y emprendimiento, proyectar una imagen distinta (moderna, innovadora) de la ciudad a nivel nacional y mundial (“poner a León en el mapa”)
- Un potencial de retorno para la empresa en, al menos, los siguientes frentes:
- Esperábamos que el fab lab actuase como polo de atracción de talento local que facilitase la atracción de talento para la empresa
- La exposición de la empresa a nuevas tecnologías como la impresión 3D, el conocimiento a proyectos desarrollados en todo el mundo y a una red de contactos internacional
- El acceso a un recurso para la innovación, diseño y fabricación de productos
- El desarrollo del capital relacional y reputacional de la empresa
La Fundación TMA
El proyecto se articuló a través de la creación de una entidad jurídica propia, la Fundación TELICE MAGNETIC ANOMALY (TMA). Después de casi 10 años de andadura de Fab Lab León podemos decir que hemos sido capaces de cumplir con muchas, aunque no todas, de las expectativas que nos habíamos creado.
Fab Lab León se ha convertido en uno de los referentes locales a nivel de fomento de vocaciones científicas y educación con sus talleres y programas de extraescolares fabitos, Poderosas, SteamKids [5] y Jóvenes Makers [6], por los que han pasado decenas de niños. Miles de personas han participado en diversas actividades abiertas que hemos promovido para evangelizar en materia de ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento, entre las que destacan las tres Mini Maker Faire [7] que hemos patrocinado y organizado con la colaboración de otros agentes locales.
Tanto el programa Poderosas como nuestra colaboración habitual en distintas iniciativas de carácter nacional e internacional (por ejemplo el “Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia” [8]), nos han permitido tener un impacto en los esfuerzos de reducción de la brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM).
Otras entidades colaboradoras
Hemos colaborado con otras entidades como la Cámara de Comercio de León, la Cruz Roja o la Fundación Orange [9] para la mejora de empleabilidad de colectivos vulnerables. También hemos colaborado en distintas iniciativas para el estímulo del emprendimiento local, como la promoción del Talento Joven [10] con la colaboración del Instituto Leonés de Desarrollo Económico, Formación y Empleo (ILDEFE).
Crecimiento del movimiento maker
Nuestro espacio ha tenido también un impacto notable en la difusión y crecimiento del movimiento “maker” [11] a nivel nacional. Haber sido uno de los Fab Labs pioneros en España y ser nodo de los programas de formación internacional distribuida FabAcademy [12] y Fabricademy [13] ha propiciado que muchos de los protagonistas de dicho movimiento en y varios de los responsables de espacios de fabricación digital en España hayan completado su formación en León, y que nuestro fab lab sea también reconocido dentro de la red internacional de fab labs [14].
A nivel interno el fab lab ha sido utilizado por las empresas del grupo para la realización de pruebas de concepto y prototipado de diversos productos, pero, sobre todo, es una ventana al mundo que nos proporciona una fuente de contactos, experiencias, conocimientos y proyectos a nivel internacional que curamos cuidosamente para extraer aquello que puede ser relevante para nuestro negocio.
Si bien el fab lab nos ha proporcionado cierta visibilidad externa al haber sido distinguidos por varios premios por parte de entidades nacionales como el periódico La Razón [15] y locales como la fundación Monteleón [16], lo cierto es que retorno a nivel de reputación y marca es probablemente muy inferior al que puedan obtener otras empresas en términos proporcionales a nuestro tamaño y esfuerzo invertido. Tampoco hemos tenido éxito en el papel que el fab lab podría tener como atractor de talento y nuestra marca como empleador. Esto ha obedecido, a nuestro juicio, a la incapacidad e inconveniencia de articular una estrategia a medio plazo derivada de la crisis del sector de las infraestructuras provocada por los recortes presupuestarios de la última década. La depresión del negocio ferroviario tuvo como consecuencia que no fuese posible incorporar personas a nuestro equipo en el medio plazo y, por otro, detrajo los recursos necesarios para sostener una estrategia de marca sostenida a largo plazo, que es la única posible y efectiva para mejorar la relevancia de la marca de una empresa pequeña como la nuestra.
Pensamos también que apenas hemos podido desarrollar el potencial de impacto del fab lab a nivel de innovación y emprendimiento, pero hemos aprendido en estos años que se trata eso es algo que no podemos hacer solos. A pesar de que, ciertamente, España ha dado pasos importantes en la última década en términos del tejido para el apoyo al emprendimiento (concursos, incubadoras, lanzaderas, ayudas, fondos de capital riesgo, oficinas de ayuda al emprendedor, etc.), este tejido está orientado a ayudar a quienes ya han dado el paso o tienen un proyecto emprendedor.
En cambio, poco se hace en lo que nos parece un aspecto al menos tan importante, como es el del estímulo, formación y apoyo a los individuos y colectivos innovadores y emprendedores. Para explicarlo mejor permítannos usar una analogía comparando el mundo del emprendimiento y la innovación con el del deporte. El ecosistema de emprendimiento que se ha puesto en marcha es el análogo a los centros de alto rendimiento y otras entidades de dan soporte a los deportistas de élite. Pero la cantera de los deportistas de élite es el deporte de base. Al principio de la trayectoria de cada deportista de élite hay miles de personas que practicaron y entrenaron con pretensiones más o menos modestas: hacer ejercicio, competir, llegar a ser deportista profesional, etc.
Esta es la que consideramos asignatura pendiente a nivel nacional, invertir en la cantera de la innovación y el emprendimiento para que cientos de miles de personas perciban la realización de proyectos STEAM como quien lleva a los niños a un partido los viernes por la tarde o sale a caminar los sábados: como práctica o aprendizaje, como un pasatiempo, como una forma de autorrealización o expresión personal, como forma de adquirir bienes o servicios ahorrándose dinero, o con el propósito último de desarrollar una invención o de convertirse algún día en emprendedores.
Esas inversiones pasan, entre otras cosas, por crear la infraestructuras y procesos necesarios para soportar ese “embudo” en el que entran jóvenes y niños y del que salen los emprendedores del mañana. Al igual que los niños y jóvenes disponen de parques, instalaciones deportivas y de esparcimiento, deberían contar con instalaciones que fomentasen la creatividad, el intercambio de ideas y conocimientos y soportasen su desarrollo y concreción en pruebas de concepto, prototipos o, incluso, pequeños productos. Este es realmente el papel que espacios como Fab Lab León tenemos que jugar, como parte de un ecosistema de innovación y emprendimiento más amplio que se base en el desarrollo de la cantera de talento.
Financiación gracias a TELICE
Pensamos que es relevante indicar que toda la actividad que hemos desplegado en todos estos años ha sido financiada a través de las donaciones proporcionadas por TELICE y de los servicios prestados por la fundación sin recurrir, hasta la fecha, a ningún tipo de ayuda pública. Esta fue una decisión deliberada que se adoptó con el objetivo de garantizar la autonomía e independencia de la fundación que disfrutamos hoy en día.
Desde esa posición de autonomía e independencia hemos puesto en marcha recientemente colaboraciones para proyectos concretos con otras entidades que van a recibir apoyo público. En el mes de octubre de este año pondremos en marcha un programa específico de Poderosas para niñas pertenecientes a colectivos vulnerables con la colaboración de la Universidad de Burgos financiado por FECYT. Y junto con un consorcio internacional hemos sido beneficiarios de una ayuda de la Comisión Europea bajo el marco H2020 para el proyecto Shemakes [17] que liga nuestro programa Poderosas con el objetivo de contribuir a la responsabilidad social corporativa y reducir la brecha de género en la innovación en el sector textil.
Referencias
[1] Wikipedia, https://es.wikipedia.org/wiki/Fab_lab
[2] Neil Gershenfeld, “FAB, The coming revolution on your desktop – from personal computers to personal fabrication”
[3] Wikipedia, Ley de Moore, https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Moore
[4] Fablabs.io https://www.fablabs.io/labs/map
[5] Página web de Fab Lab León, https://www.fablableon.org/
[6] Página web de Jóvenes Makers, https://jovenesmakers.wordpress.com/
[7] Página web de Mini Maker Faire León, https://makerfaireleon.com/
[8] Leonoticias, “La ciencia, la niña y la mujer son poderosas“ https://www.leonoticias.com/leon/201702/09/ciencia-nina-mujer-poderosas-20170209165120.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
[9] Fundación Orange, proyecto Breakers, http://www.fundacionorange.es/fablabs/breakers/
[10] Jesús Lopez de Uribe, “lldefe y Fab Lab León promueven un concurso transfronterizo de proyectos empresariales basados en Impresión 3D” en iLeón. https://www.ileon.com/actualidad/tecnologia/101210/lldefe-y-fab-lab-leon-promueven-un-concurso-transfronterizo-de-proyectos-empresariales-basados-en-impresion-3d
[11] Wikipedia, https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_Maker#:~:text=La%20cultura%20maker%2C%20a%20veces,h%C3%A1galo%2Dusted%2Dmismo)
[12] Fabacademy, https://fabacademy.org/nodes/list-new.html#find-your-nearest-fab-academy-node
[13] Fabricademy, https://textile-academy.org/
[14] FabFoundation, https://fabfoundation.org/global-community/
[15] J. D. C, “Premios Tu Economía 2015: Iniciativa, innovación y tenacidad, principales valores de los ganadores” , en La Razón. https://www.larazon.es/economia/premios-tu-economia-2015-iniciativa-innovacion-y-tenacidad-principales-valores-de-los-ganadores-NF9700618/
[16] Leonoticias, “’FabLab León’ y ‘I’m Ethical’, Premios de Emprendimiento Social 2019 de las fundaciones Fuldefe y Monteleón”. https://www.leonoticias.com/leon/fablab-leon-ethical-20190516174818-nt.html
[17] Página web del proyecto “Shemakes”. https://www.shemakes.eu/